Zeitguised, arte digital entre lo abstracto y lo representativo
El estudio de arte con sede en Berlín Zeitguised, que significa algo así como ‘el espíritu de los tiempos’, fue fundado en 2001 por **Jamie Raap **y Henrik Mauler. Sus creaciones se centran en el arte digital moderno. Con el tiempo se convirtió en un colectivo de artistas, tecnólogos y diseñadores que hacen consultoría y crean arte y diseño sintético. Además de su trabajo artístico, el estudio presta servicios comerciales para marcas de la talla de Absolut, Adobe, Chanel, Hugo Boss, Mercedes Benz, Nike, Toyota, IBM, Sony, Samsung, MTV, The Times, Canal Plus y Vodafone entre otros.
Su estilo ha sido descrito como una especie de punk 3D; donde se mezcla una geometría compleja, objetos surrealistas, y patrones digitales reciclados, obteniendo como resultado una narrativa alucinatoria. Crean mundos que no son ni puramente abstractos ni meramente representativos, combinando elementos que se contradicen para lograr un juego experimental que se sitúa justo en medio.
Las imágenes que vemos son siempre una invención, las fabrican. En su proyecto _Badlands _(2014), una colaboración con el fotógrafo Ben Sandler, los paisajes de Arizona, se yuxtaponen con las herramientas de modelado digital de Zeitguised para interpretar la fenomenología de las formaciones geológicas de la región. Sin embargo, nos hacen creer que se trata de otro lugar, uno que no está en la Tierra y en el que podría existir vida alienígena. Destacan y desafían la naturaleza a través de la percepción visual, trazando un punto de encuentro y de discusión entre autenticidad, representación y abstracción.
En Geist XYZ, un proyecto de moda totalmente diferente, lo que a primera vista parece una maraña de telas bailando de forma coordinada, resulta ser un estudio de los textiles hechos a mano donde la tela está en movimiento, está viva. El proyecto explora un algoritmo donde los textiles y las superficies se mueven. Con la ayuda de la música, los sonidos se ejecutan en armonía, y, el tejido se mueve más suave a través de su ritmo.
Utilizan lo digital como una herramienta que les permite acercarse a la búsqueda de lo inexpresable, lo que está en nuestra cabeza y existe dentro de ella tan solo unos segundos, antes de descomponerse en múltiples formas. Lo que nos lleva a pensar en el grado de realidad del arte digital, que evoca una ilusión abstracta que no se puede explicar pero que al ser un concepto fabricado por una persona puede considerarse real.