La historia tras la imagen: La hamburguesa de oro de Ramón López Farinos
Ramón López Farinos es fotógrafo de archivo especializado en fotografía gastronómica. Le picó el gusanillo de la fotografía hace 8 años, como una afición, ya que por entonces trabajaba como arquitecto técnico. 2 años más tarde descubrió el mundo de la fotografía de stock y de producto y desde entonces compagina ambos trabajos. Vive en Ávila y aunque mucho de su trabajo lo desarrolla en su estudio, viaja a menudo a otras ciudades.
¿Cómo empezaste en la fotografía gastronómica?
Desde siempre me ha gustado cocinar, de hecho, cocino de manera diaria para mi familia y el hecho de disponer de una planta de mi vivienda para estudio y tener la cocina de a unos pocos metros, me facilita juntar la afición a cocinar con la fotografía, fotografiando muchas veces platos que después nos comemos en familia. Empezó siendo simplemente una afición, pero después empiezas a especializarte y acaba siendo casi una manera de vivir.
¿Crees que hace falta ser un buen cocinero para dedicarse a la fotografía de comida?
No creo que sea indispensable ser buen cocinero, pero está claro que alguien a quien le guste la cocina, siempre aportará algo especial a una foto de comida.
¿De dónde te vino la inspiración para esta hamburguesa de oro?
Últimamente hay un cierto “boom” de locales y restaurantes que ofrecen hamburguesas gourmet, con ingredientes de primerísima calidad y pensé que una forma creativa de plasmar esa tendencia era elaborar y fotografiar una hamburguesa de oro.
¿Qué esquema de iluminación y qué equipo usaste para tomar esta foto?
Utilizo una Canon 5d Mark III y para muchas de las fotografías de comida uso un 100 mm f2.8, en cuanto a la iluminación, es una iluminación realmente básica y muy utilizada en fotografía de comida: un solo flash (Elinchrom D-lite 4) colocado lateralmente y algo por detrás del objeto a fotografiar y un pequeño reflector hecho con cartón pluma blanco para evitar sombras excesivas en el lado opuesto.
¿Te comiste la hamburguesa después del shooting?
Aunque en un 90% de los casos, la comida de mis fotos es comestible, en este caso, lamentablemente, la hamburguesa fue directamente a la basura ya que la pintura con la que se pintó era tóxica.
¿Qué consejo darías a otros fotógrafos que quieran adentrarse en la fotografía gastronómica?
Entiendo que no hay diferencias con otro tipo de fotografía en cuanto consejos: formarse, ya sea leyendo, con cursos o talleres, ver mucha fotografía, practicar y sobre todo poner algo de ti en cada foto.
Para conocer mejor la obra de Ramón, visita su portfolio en Adobe Stock. Ofrece sus imágenes en la colección Premium a través de la agencia Addictive Stock Creatives.
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