En la mente de un equipo de diseño
¿Te has preguntado alguna vez qué pasa por la cabeza de tus compañeros de equipo? Los proyectos pueden estar llenos de altibajos y, a veces, es fácil confundir una mirada de reojo durante una revisión con algo peor o quedar desconcertado por un exceso de entusiasmo al principio de un proyecto.
¿Has deseado alguna vez poder colarte en su mente un momento? Estás de suerte porque, gracias al poder de las entrevistas, ¡vamos a hacerlo! Hemos charlado con un diseñador de producto, un experto en software scrum y un investigador de experiencia de usuario, para saber cómo perciben las distintas fases de un proyecto, qué les encanta y qué odian, y los pensamientos que suelen tener en cada fase*.
*Descargo de responsabilidad: Una muestra cualitativa de estudio de tres personas puede o no ser indicativa los pensamientos y opiniones de tus compañeros de equipo en concreto. A menudo, lo ideal para analizar las dinámicas de equipo complicadas es la comunicación abierta y tomar muchos pasteles.
¿Has buscado alguna vez en Google diagramas de diseño o de proceso de desarrollo? Hay muchísimas variaciones y escuelas de pensamiento, por lo cual es fácil sentirse abrumado. Nuestras tres personas de confianza tenían distintas ideas sobre dónde comienza el proyecto.
Fase de planteamiento
Tus compañeros de equipo pueden estar pensando: “¿Qué vamos a desarrollar aquí exactamente?” o “¡Vale, tengo la sensación de que sé lo suficiente para continuar!” “Estoy muy ilusionado pensando en las posibilidades de lo que podemos aprender y desarrollar.”
Caroline Cocchio, experta en software scrum, destacó la importancia de la fase de formación en un equipo, ya que es el momento en que los miembros se reúnen y se ponen de acuerdo entre sí y con el cliente (según el caso) para conocer bien los objetivos del proyecto y quiénes son los usuarios. Durante esta fase, las personas asienten muchas veces mientras el equipo se ve inmerso en lo que está trabajando y comprende las oportunidades y los objetivos del trabajo.
Fase de investigación
Tus compañeros de equipo pueden estar pensando: “¿Cómo será esto para el usuario?”¿Cómo será su experiencia?” “Vaya, esto es muy molesto para la persona, pero entiendo por qué no podemos solucionarlo.” “¡Vaya, no sabía que lo estaban usando así!”
Para el diseñador e investigador con el que hablé, es crucial que exista algún tipo de fase de investigación. Ricardo Vázquez, diseñador de producto, hizo aún más hincapié en ello: “Todos los diseñadores han de comenzar con una fase de investigación, porque resulta determinante para el éxito de un proyecto; a partir de ella, podremos establecer nuestros parámetros, comprender para quién estamos diseñando y las oportunidades que existen.” Para Para Jen Chow, directora de investigación de experiencia de usuario, el contexto inicial de reuniones y la investigación son también espacios para la empatía y la comprensión del problema del cliente, desde la perspectiva tecnológica y empresarial.
Caroline reflejó esto en su descripción sobre cuál es el próximo paso, diciendo lo que piensa en la fase siguiente conforme va investigando el proyecto en conjunto. Se trata de intentar comprender el recorrido del usuario y su itinerario para el producto, ponerse en su piel y comprender cómo sería la experiencia ideal para él.
Exploración del diseño
Tus compañeros de equipo pueden estar pensando: “Ojalá esto fuera viable en nuestro proyecto.” “Tío, es impresionante la cantidad de diseñadores geniales que hay.” “Vamos a sacarlo y presentarlo a la gente para ver qué hacen.” “¿Cómo podemos crear una versión del modelo mínima pero ejecutable para poder probarlo?”
Una vez que se ha puesto en marcha la investigación sobre el usuario y el itinerario del conjunto del proyecto, comienza el diseño. Según los papeles que desempeñaban, las tres personas describieron esta fase de maneras algo diferentes.
Ricardo incluyó una fase inicial de “exploración del diseño”, en la cual el objetivo es examinar a los competidores y ampliar la mira para explorar la inspiración de aspectos estrechamente relacionados y opuestos. El compromiso de Ricardo con esta fase y su pasión por ella son comunes entre diseñadores. “La fase de exploración es mi favorita como diseñador ya que me permite concebir el diseño de una manera más libre. Me encanta saber qué puedo y qué no puedo hacer, conocer los límites del diseño y la caracterización. Sinceramente, ¡puedo volverme loco! No rindes cuentas ante los usuarios, sólo rindes cuentas por tu trabajo. El diseño se convierte en un parque infantil divertidísimo.”
Jen también habló de lo emocionante que es la fase de exploración, durante la cual se revelan muchas posibilidades mediante actividades como ordenar fichas y crear esquemas y prototipos. En esta fase del trabajo, Jen se centra la atención en ser rudimentaria a la vez que eficiente probando supuestos e hipótesis. Esta parte de la fase supone un reto satisfactorio que hay que afrontar en colaboración con diseñadores y otros miembros del equipo.
Diseño y desarrollo
Tus compañeros de equipo pueden estar pensando: “¡Puedes hacerlo!” “¡Puedes llegar hasta el final!” “¡No me esperaba esto!” “No había pensado en esto”. “Tío, no había pensado en ese caso extremo”. “¿Estamos resolviendo bien el problema?” “Vale, nos hemos comprometido a ir en esta dirección; veamos qué podemos aprender.”
Las fases de diseño y desarrollo, que representan el meollo de la creación, implican diferentes enfoques según el papel del diseñador. Para el diseñador de producto, consiste en crear criterios de diseño basados en la investigación, elaborar el flujo de experiencia de usuario y determinar las molestias graves o leves de la experiencia de usuario. Es este momento cuando el equipo está realmente en proceso de “determinar los ingredientes que configuran el proyecto”, comenta Ricardo. Para Caroline, como experta en scrum, esta fase se caracteriza por su intensidad: “Es un no parar, se está en movimiento constantemente y no baja el ritmo.” El equipo trabaja para crear, repetir, generar prototipos y desarrollar. Jen también mencionó el impulso de esta fase, que viene acompañado de una curiosidad objetiva. Esta fase no implica emociones, en su opinión, sino más bien oportunidades de ver si se está resolviendo el problema con la solución elegida.
Desde el punto de vista de la colaboración, esta fase puede ser genial porque el equipo alcanza su pleno rendimiento. Caroline explicó: “Trabajo en un equipo multifuncional, lo cual implica que todo el mundo tiene la misma importancia. A menudo, disfruto más contribuyendo desde el diseño o desde la perspectiva de la experiencia de usuario. “Esta parte también puede ser un fase complicada del proyecto, pues, tal y como destaca Ricardo: “Este trabajo resulta agotador a veces, porque tienes que dejar al margen el ego y defender al usuario. Cuando no hay un final a la vista, a veces el trabajo se convierte una actividad que no me gusta, ya que pasa a ser un juego mental en el que hay que tener presente al usuario en todo momento. Cuando ya ves la línea de meta en la distancia, comienza la fase más gratificante de todas.”
Lanzamiento y feedback
Tus compañeros de equipo pueden estar pensando:** “**¿Hasta qué punto hemos conseguido resolver el problema?” “¿Están utilizándolo los usuarios de la manera en que lo haríamos nosotros?”¡J*d*r, eso no tendría que haber pasado!”
Se puede lanzar el diseño de varias formas diferentes y todos los entrevistados mencionaron las publicaciones progresivas, los lanzamientos graduales y, también, un “lanzamiento” más formal. De cualquier manera, sacar algo a la luz suele generar un sentimiento de orgullo y de éxito. Ricardo reflexionó sobre la posibilidad de fracasar después de tanto trabajo y comentó: “El diseño del producto siempre es bueno, da igual lo malo que sea. Si es malo, eso está bien porque te da otra oportunidad de seguir avanzando para encontrar ese gran replanteamiento.” Jen mencionó la emoción y los nervios que generan el lanzamiento y el seguimiento de las opiniones.
Celebración y cierre
Tus compañeros de equipo pueden estar pensando: “¡Por fin!” “Se ha acabado.” “Gracias a Dios”, “¡Qué agridulce es la despedida!”. “¡Lo hemos conseguido!” “¡¿Dónde está la cerveza?!”
Sobran las palabras. ¡Sin duda, no nos ha hecho falta leer la mente de nadie para esta última!