La foto perfecta: ¿Verdad o mito?
¿Qué criterios debemos aplicar para determinar que algo es perfecto?
Por Emily Ludolph Fotografía de Susan Wright, 26 de junio de 2018
En la fotografía creativa, los creadores podemos pasar horas puliendo los más mínimos detalles hasta que consideramos que el resultado final es “perfecto”. ¿Pero existe lo que llamamos perfección cuando se trata de creatividad? Le preguntamos a estos fotógrafos si se preparan buscando lo impecable o si apuestan a la sorpresa. Cada uno compartió una sola fotografía como marco para expresar sus pensamientos.
Susan WrightAutora de Rome Secrets
“Esta fotografía fue un encargo del New York Times. El periodista escribió un artículo hermoso y yo siempre había querido visitar este lugar. Es San Francesco del Deserto. Se encuentra en medio de la Laguna de Venecia. Es un lugar verdaderamente mágico. Literalmente, un lugar donde suceden milagros.
“Tuve que viajar a todas las islas de la laguna. Pasé todo el día en el lago con un conductor. Al final llegamos a esta isla, que era la última en mi lista de tomas. No tenía permiso para tomar fotografías ahí. Obtener un permiso en Italia es un proceso complicado, por temas burocráticos. Suele ser mejor llegar a un lugar, pedir permiso ahí mismo y hacer lo que se pueda. De hecho, ya había estado antes en este lugar, una sola vez, cuando trabajaba con un periodista y no era posible tomar fotos.
“El conductor era oriundo de Burano, una isla vecina, y ambos hablamos con los frailes. Era de noche y cuando llegamos el monasterio estaba cerrado. Pero hubo un fraile en particular que me mostró toda la isla. Quizás se dio cuenta de que yo estaba completamente fascinada por el lugar. Caminamos juntos, hablamos de la laguna. Era un hombre muy abierto y amable.
“Estaba tomando fotografías y me di vuelta. Y ese arcoiris mágico había aparecido justo detrás del fraile mientras estaba pensativo. Así tomé esa foto. Todo sucedió a la perfección.
“Cuando hago fotografía de viajes por encargo de trabajo, tengo el tiempo muy limitado; uno o dos días máximo. Es un desafío conseguir la toma correcta con las condiciones que se presentan ese día en particular. Si hay tiempo antes, investigo y me preparo. Hago una lista de tomas, y luego me doy el tiempo para vivir en el momento.
“La visualización también es parte de mi preparación: entrar en estado meditativo y pensar en un lugar, sentirlo. Vienen imágenes a la mente: cuál sería una verdadera belleza captar. Visualiza eso y cuando llegues a un lugar, deja que ese lugar te hable. El arte de la fotografía no se puede forzar, no de puede andar corriendo de un lado al otro, intentando encontrar la mejor ubicación. Ya lo hice. Todavía lo hago a veces. Pero cuando entras en ese modo receptivo, logras las mejores tomas.
“Me encanta esta toma, pero personalmente, todavía sigo buscando la imagen perfecta. Mi idea de la fotografía perfecta captura la belleza el amor y la pasión de este país. Sé que la lograré algún día. Puedo verla. Puedo sentirla. No ha pasado, pero pasará. Y cuando la capture, va a ser absolutamente increíble”.
Kevin J. MiyazakiFotógrafo y diseñador gráfico
“En los últimos años, he sido colaborador del artículo 52 Places to Go (52 lugares que visitar) en la sección de viajes del New York Times. El invierno pasado, me pidieron que fotografíe el renovado Music Hall en Cincinnati, Ohio.
“El recinto en sí es hermoso. Quería fotografiarlo durante un espectáculo en vivo de la Orquesta Sinfónica de Cincinnati. Por lo general, esto es una tarea difícil: las cámaras hacen ruido cuando se disparan. Para poder capturar imágenes desde los puntos de vista más impactantes posibles, monté una cámara remota sobre un poste muy alto del escenario detrás de la orquesta y una en el balcón superior. El obturador de la cámara estaba configurado en modo silencioso, para amortiguar el ruido de la cámara.
Fotografía de Kevin J. Miyazaki
“Los fotógrafos deportivos tienen un amplio conocimiento sobre cómo disparar cámaras remotas, pero yo casi nunca había hecho tomas así. Por eso tuve que pedir consejo a unos amigos fotógrafos sobre cómo disparar las cámaras y terminé usando un disparador por radio que accionaba mis dos cámaras Canon al mismo tiempo. Estoy acostumbrado a ver al instante cómo quedan las imágenes que capturo con las cámaras digitales. Me puso bastante nervioso no saber cómo estaban quedando las tomas hasta que terminó el concierto. La cámara estaba montada con un objetivo móvil (del tipo tilt-shift) de 17 mm. Los objetivos móviles eliminan la distorsión que se produce cuando se dispara hacia arriba. Me permitió capturar las líneas de la arquitectura del teatro más rectas de lo que hubieran quedado con un objetivo gran angular normal.
“La noche del concierto me paseé por la sala disparando la cámara. Me dieron acceso total al edificio, así que durante una buena parte del espectáculo estuve parado solo detrás del escenario, directamente atrás de la orquesta. Estaba oscuro y era la única persona ahí, parado entre las mesas donde los músicos habían dejado los estuches de sus instrumentos. Fue una experiencia bastante intensa. Para esta imagen en particular, que muestra la ovación de pie que recibió Alice Sara Ott, disparé las cámaras desde el balcón superior (me pueden ver sosteniendo el disparador de las cámaras en el aire si miran bien).
“Fue emocionante desarmar las cámaras después del espectáculo y ver que todo había salido como lo había planeado. Pero no sé realmente si creo en la idea de una imagen perfecta. La fotografía verdaderamente implica fallar o no cumplir las expectativas con la mayor parte de lo que hacemos. Las fotografías exitosas son victorias diminutas. Cuanto más tiempo dediques a tomar fotos, tienes más probabilidad de conseguir buenos resultados.
“Antes vivía y trabajaba en Cincinnati para el periódico y la revista de la ciudad, así que fue emocionante volver. A veces damos por sentado el lugar donde se encuentra nuestro propio hogar. Mi vecindario —ahora vivo en Milwaukee, Wisconsin— tiene todos los elementos visuales de una buena historia de viajes: cafeterías hermosas, una chocolatería de 100 años de antigüedad, casas de té al aire libre, todas las cosas que suelen encargarme fotografiar. La hermosa imagen de un croissant en _Travel + Leisure _se podría haber tomado en un café parisino, ¿pero cómo capturas esa imagen en una panadería local? Siempre trato de recordar que me quiero sentir más como un turista que como un fotógrafo. Y con suerte, esa emoción se traduce en mis imágenes”.
Diane TuftAutora de The Arctic Melt: Images of a Disappearing Landscape
“Esta foto, Broken Arches (arriba) es de un iceberg en la bahía Disko en Ilulissat, Groenlandia. Durante los veranos de los años 2015 y 2016, viajé por el ártico para registrar los tres factores que serán la causa de que el océano se eleve debido al cambio climático: los glaciares de las montañas se derriten, la expansión térmica del mar y el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia.
“Viajé en un rompehielos nuclear ruso desde Murmansk, Rusia, hasta el Polo Norte. Había grandes áreas de aguas abiertas. Cuando llegamos, el hielo era tan delgado que no podíamos desembarcar de manera segura. Nos llevó tres horas encontrar un trozo de hielo que fuera lo suficientemente grueso para que pudiéramos explorar el área.
“Broken Arches, bahía Disko, Groenlandia” © Diane Tuft
“Habían pasado nueve años desde la primera vez que había estado en Ilulissat. En ese entonces, la capa de hielo era de nieve mullida y la temperatura era de un grado centígrado bajo cero. Los icebergs de la bahía Disko eran tan gigantes que parecían glaciares. Pero ahora, el constante desprendimiento de los glaciares está haciendo que la bahía Disko se llene de icebergs diminutos, que se separan a diario debido a las altas temperaturas. Apenas nueve años después, la temperatura en Ilulissat era de 18 grados centígrados. El iceberg de esta fotografía se está derritiendo a un ritmo acelerado. Corre agua por la superficie.
“Broken Arches es una fotografía aérea. Dirigí el helicóptero en torno a este iceberg hasta que encontré la mejor composición. Dado que nunca recorto ninguna de mis fotografías, tuve que buscar el momento justo en el que el sol, la forma y el reflejo estuvieron en perfecta armonía. Hice las tomas desde un ángulo a través de una ventanilla, que no es lo ideal. Si puedo, suelo quitar la puerta para sacar parte del cuerpo y conseguir la mejor composición. Esta vez, el piloto no estaba lo suficientemente bajo, por eso le indiqué que bajara cada vez más para yo poder tener una vista a vuelo de pájaro de este arco de hielo en pleno derretimiento.
“Los artistas tienen una capacidad natural innata para componer. Yo me gradué de una carrera de matemáticas. Todo en la naturaleza es matemático. La cabeza tiene un séptimo de la longitud del cuerpo. La proporción áurea existe en las caracolas, las flores, los pinos, las ramas de los árboles, las galaxias en espiral y los huracanes. Creo que sí existe la imagen perfecta. Pero es inconsciente. Sé que cuando la composición de un paisaje tiene una proporción de uno a dos tercios, queda bien. Así que la fotografía se convierte en la composición perfecta”.
Mark MaziarzAutor de Park City: A Portrait
“Esta imagen (abajo) se tomó sobre el océano Pacífico en Encinatas, California, hace unos diez años. Mi parte favorita es como el sol ilumina el océano a cientos de metros desde la costa.
“Para mí, la imagen perfecta es la excelencia técnica: la exposición, el enfoque y la composición son todos aciertos. Esta imagen no es perfecta técnicamente, la verdad. La tomé con una pequeña cámara Point 2 View que no tenía un buen sensor. Es una cámara de US$ 200, literalmente. Pero esta imagen tiene emoción y, para mí, lo emotivo vence a lo técnico.
El océano Pacífico en Encinatas, California. Foto de Mark Maziarz
“Yo comencé mi carrera con fotografía deportiva de stock. Para ello, tomaba las fotografías en el clima perfecto de Utah: nieve recién caída, cielo azul despejado. Empecé a luchar contra la “perfección” en el momento en que tomé esta imagen. Era el comienzo de mi rebeldía contra el aspecto técnico de la tecnología. Quería deconstruir y desechar todas mis creencias sobre qué define una buena foto.
“Durante la misma época en la que tomé esta foto de Encinitas, estaba construyendo una serie de tres cámaras. Mi objetivo favorito tiene como 160 años de antigüedad. Tiene un enfoque imperfecto, pero forma patrones interesantes y la imagen se transforma en un cuadro. Me encanta como todo confluye. Es la rebelión contra lo perfectos que son los objetivos modernos y la nitidez que producen. Para mí esto es orgánico y artesanal. Es casi una textura táctil, aunque sigue siendo digital.
“Me doy cuenta de que la gente se enreda tanto con los aspectos técnicos que implica tomar la foto perfecta, que pierde de vista lo más importante: el alma, la sensación que transmite la foto. Y ahí es donde se deben poner las ganas. Encontrar emoción en una foto. En última instancia, a eso reaccionan los seres humanos. Puedes decir que una foto es perfecta, pero en un nivel superior, una excelente foto debe tener emoción y alma. Esta las tiene, aunque no sea técnicamente perfecta”.